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Piden unas Pringles y una Coca-Cola en su viaje de vuelta con Ryanair, alegan un error en el datáfono y acaban escoltados por la Policía

Una mujer fue escoltada por la policía al salir de un avión de Ryanair con destino Bristol cuando su pago con tarjeta fue rechazado por el datáfono.

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Una mujer fue escoltada por la policía al salir de un avión de Ryanair cuando su pago con tarjeta fue rechazado por el datáfono en pleno vuelo. Ann-Marie Murray, de 55 años, regresaba de Tenerife a Bristol el pasado 28 de marzo cuando su pedido de Pringles, agua y una Coca-Cola tuvo un desenlace desagradable.

Ann-Marie, trabajadora de una residencia de ancianos, regresaba de Canarias con su pareja tras pasar cuatro noches de vacaciones para celebrar su cumpleaños. Todo se arruinó a la vuelta del viaje, cuando no pudo pagar con su tarjeta la factura de siete libras (unos ocho euros al cambio) y no llevaba dinero en efectivo, según explica el Daily Mail.

Según sus palabras, se ofreció a pagar al aterrizar en el aeropuerto de Bristol. No obstante, el personal de vuelo no aceptó la propuesta y les retiró las tarjetas de embarque a ella y su marido, acusándolos de negarse a pagar.

La tripulación llamó a la policía y tres oficiales subieron al avión. Metieron a la Sra. Murray en la parte trasera del furgón cuando el vuelo aterrizó en Bristol. La aerolínea dijo que tomó la decisión tras la actitud “perturbadora” de Ann-Marie, aunque la pasajera lo negó y señaló que no faltó el respeto a nadie ni levantó la voz. Ella se sinceró en The Mirror: “Pensé que era una broma cuando la tripulación dijo que habían llamado a la Policía”

La llegada de la Policía al avión

“Me quedé impactada cuando subió la policía a bordo y nos pidieron que nos fuéramos. Fue muy vergonzoso. Había hecho todo lo posible por solucionarlo. Luego le dijeron a la policía que me había negado a pagar, pero no fue así. Quise pagar, pero mi tarjeta no funcionaba y no tenía efectivo”.

La Sra. Murray alegó que hasta dos máquinas de tarjetas no aceptaron su pago e incluso se ofreció a pagar en efectivo cuando aterrizaran, pero le dijeron que no podía hacerlo. A pesar de ser interrogada por la policía, Ann-Marie tuvo palabras amables con los agentes, quienes la llevaron a un cajero automático para que pudiese pagar las siete libras.

Después de realizar el pago, le dijeron que tenía prohibido volar con Ryanair, algo que ella mismo había descartado: “Nunca volvería a volar con ellos”.

La versión de la Policía y de Ryanair

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Un portavoz de la Policía local indicó: “Recibimos un informe sobre un pasajero disruptivo en un vuelo entrante al aeropuerto de Bristol. Los oficiales asistieron brevemente, pero rápidamente establecieron que se trataba de una disputa civil y no se tomó ninguna medida”.

Por su parte, Ryanair añadió que “la tripulación de este vuelo de Tenerife a Bristol pidió asistencia policial con antelación después de que una pasajera y su compañero de viaje no pagasen su comida y bebida a bordo y, como resultado, se comportaron de manera disruptiva con la tripulación y no siguieron las solicitudes razonables de la misma. “No hubo problemas con las terminales de pago con tarjeta a bordo de este vuelo y ningún otro pasajero tuvo dificultades para realizar pagos”, sentenció la compañía.

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