Internacional

La final griega se calienta: “Se nos está acabando la paciencia”

Panagiotis y Giorgos Angelopoulos, presidentes del Olympiacos, mandan duro un mensaje a los suyos tras caer en el primer partido por el título ante el PAO.

Sasha Vezenkov, del Olympiacos, durante el partido por el tercer puesto de la Euroliga.
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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La temporada 2024-25 de la Liga griega afronta su última etapa con la disputa de la final por el título entre el Panathinaikos y el Olympiacos. Una eliminatoria que va más allá del propio trofeo por la enorme calidad de las dos plantillas, por quedarse ambos a las puertas de la fina de la Euroliga y por su ancestral rivalidad ancestral.

El primer partido de la final a cinco (formato 2-2-1) se inclinó a favor del PAO por 80-68. Grant fue el máximo anotador de los verdes con 17 puntos (4 de 5 en triples), mientras que Nunn se quedó en 14 tantos y 6 asistencias. Osman llegó a los 11. Una victoria que dolió profundamente en El Pireo.

“Lo que vimos esta noche en el OAKA no es el equipo que hemos visto durante todo el año. Sería bueno que todos se presentaran el domingo como corresponde, porque se nos está acabando la paciencia. La gente volverá a estar ahí para apoyarnos; exigimos que el equipo también se presente”, advirtieron Panagiotis y Giorgos Angelopoulos, presidentes del Olympiacos, en un comunicado oficial del club.

Un duro mensaje para una plantilla y un entrenador, Georgios Bartzokas, que sucumbieron a la maldición del campeón de la fase regular de la Euroliga al caer en las semifinales de la Final Four en Abu Dabi contra el AS Mónaco. El Olympiacos lleva sin levantar el trofeo de campeón de Europa desde 2013.

Las palabras de los dueños del Oly no fueron las únicas relevantes dentro de esta final que solo acaba de empezar. En los prolegómenos de la serie, el polémico Dimitris Giannakopoulos habló directamente a los suyos. El discurso del propietario del PAO, al que tuvo EuroHoops, puso en el acento en la importancia de no solo ganar al eterno rival de Atenas, sino de la necesidad de aplastarlo tras caer también las semifinales de la Euroliga. El Fenerbahçe fue su verdugo. A continuación, el discurso integro.

Discurso de Giannakopoulos

“Buenas tardes a todos, Tengo malas noticias. Ya no somos campeones de la Euroliga. ¿Se han dado cuenta? ¿Lo tienen grabado en la cabeza? El Fenerbahçe ganó porque tenía hambre. Entraron a la cancha con la espada en la mano, como nosotros el año pasado. No tienen mejor plantilla que nosotros. Sois la mejor plantilla de Europa. Pero jugando como equipo, como jugamos en la Final Four anterior. Un jugador intentaba compensar los errores del otro, como equipo, como familia. ¿Por qué ganamos el año pasado? No fue solo por la plantilla, sino por el ambiente familiar que nos rodeaba. Lamentablemente, lamento decir que no vi nada parecido este año. Incluso en los últimos días, no fue así, según he oído”.

“Quisiera preguntarles a cada uno de ustedes individualmente si tienen alguna queja del club. Les pagan a tiempo, mientras que para cualquier otra solicitud, ya sea de la directiva o del entrenador, la respuesta siempre es positiva. Corríjanme si me equivoco. Vuelvo a preguntar. ¿Tienen alguna queja del club? Contéstenme con sinceridad, porque es el momento de decirla. Interpreto su silencio como un “no”.

“Sin embargo, tengo una queja. Sé que el baloncesto es un juego. Puedes ganar o perder, tirar el balón y el balón irá a canasta o no. Lo que vi el viernes [en la semifinal contra el Fenerbahçe] fue a gente que no estaba preparada para sacrificarse por el equipo, para sacrificarse por el título. Esto es lo único que no puedo aceptar. No puedo aceptarlo todo. Las derrotas son parte del juego. Las derrotas construyen ganadores”.

“Como he hecho todo por ustedes, y como no tienen ninguna queja, me gustaría pedirles a todos y cada uno de ustedes, personalmente, pero al equipo en su conjunto, que hagan lo mismo por mí. Este verano, si no ganamos el título [de la Liga Griega], algunos estarán en Mykonos, otros en Paros, Santorini o donde sea. Yo estaré en casa porque donde quiera que vaya, se quejarán y me insultarán”.

“Si me respetan, si creen que estoy cerca de ustedes, si están en este equipo durante un par de meses o dos años, cualquier cosa que no sea un 3-0 [en la final] será inaceptable. Son el mejor equipo de Europa, con la mejor plantilla y el mejor entrenador. No hablo de mí, sino del club más grande de Europa”.

“Tenemos la mejor cancha de Europa y la mejor afición. Por favor, hagan eso por mí, y los miro a todos a los ojos. Háganlo por mí”.

“¡Les pido y les suplico que lo hagan por mí! Los miro a los ojos. Háganlo por mí. En el Olympiacos no se hablan. Pueden acabar con ellos. ¡Destruirlos! ¡Ganar! Si ganamos este título en estas finales, destrozaremos al Olympiacos durante los próximos dos años. ¡Esto es más importante que el título de la Euroliga!”.

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