“Sobrevalórame ésta”
Tyrese Haliburton ha sabido responder a los que le tildaban de sobrevalorado, el que más en la NBA según algunos, con hechos. A las Finales exhibición tras exhibición.
Siempre te puedes tomar una crítica por los dos lados: o bien refunfuñas y tiras hacia lo negativo o bien enderezas la cabeza y tiras hacia lo positivo. Tampoco es lo mismo que sea pública o privada, destructiva o constructiva. En la reacción, por muy áspero que sea el comentario, se ve el verdadero talante de una persona. Durante esta temporada Tyrese Haliburton ha sido objeto de varias de ellas, algunas justificadas y otras tendentes al verbo facilón. El jugador de los Pacers ha elevado a los altares al equipo para el que trabaja tras una fase regular con inconsistencias que nadie ha tapado y una fase final en la que muchos se han tenido que tragar sus palabras. Porque es importante separar la trayectoria en un año aislado que la calidad que uno atesora como jugador.
En su caso, cinco años en la mejor liga del mundo sin ser top-10 en su draft de elección para acumular dos participaciones en el All-Star y dos inclusiones en los mejores quintetos de temporada. Con 25 y se come el mundo. Se han señalado flaquezas, sí, pero de qué manera. Y en los Kings, aunque el traspaso en el que se marchó para dar paso a Domantas Sabonis resultara beneficioso para las dos partes, todavía se acuerdan de él con añoranza. Además de tener capacidad de adaptación según sea el rival y vengan dadas, sabiendo dar opciones a los demás compañeros de jugar y brillar, el resultado colectivo le está dando la razón.
Los Pacers están en las Finales por primera vez en este siglo. Justo cuando expiraba el anterior tuvieron la otra oportunidad en la eliminatoria que todos quieren jugar. Aquellos Lakers de Kobe y Shaq les despedazaron. Haliburton nació ese año. Ha crecido con el recuerdo. También, una vez entró a la Liga, ha contado con la experiencia de disputar la Conferencia Oeste en Sacramento Kings y ver el progreso sostenido de los que ahora serán sus contrincantes, los Thunder que lidera a lo grande Shai.
Hali ha visto cómo pasaba ante él la peor temporada en términos numéricos que ha realizado con los Pacers y la ha convertido en oro. 18,6 puntos y 9,2 asistencias, nada mal, pero peor en porcentajes de dos y tres puntos, rebotes y robos que en la campaña inicial -no completa- y que coincide con la otra a comparar por lo bajo (la 2022/23 y la 2023/24, las dos mejores). En lo individual sembró dudas, incluso le vimos dejar de lanzar con consistencia porque no se sentía seguro, y las ha despejado un tiempo después. Tanto como para firmar aquel 32+15 con cero pérdidas del cuarto encuentro con los Knicks, histórico.
Los Pacers han aprendido a cubrir las dudas de Tyrese cuando las ha tenido. El líder de uno de los equipos mejor capitaneados del torneo, con un maestro como Rick Carlisle en el que confiar con rotundidad, y que más confía en la coralidad como vehículo hacia el éxito. Siakam, aportando el punto extra de experiencia. Mathurin, sin complejos. Turner, dentro. Nesmith, en crecimiento. Y son cuatro únicos ejemplos, hay más. Cuartos del Este y por el camino difícil. Pero apareció el verdadero Haliburton.
Dos voces en una
Bucks. Cavaliers. Knicks. Todos cayeron rendidos a este chico de Oshkosh. Precisamente en su estado natal, Wisconsin, empezó a responder a los que le hacían de menos. ¿Cuál fue el motivo de que se le metiera entre ceja y ceja una reivindicación como pocas hemos visto? Una encuesta anónima que publicó The Athletic en la que se pedía opinión a jugadores de la NBA sobre diferentes temas. El más espinoso era elegir al más sobrevalorado. Con un 14,4% Haliburton tuvo el dudoso honor de liderar una lista con otros nombres como Rudy Gobert, Trae Young, Jimmy Butler y Bradley Beal. “Vergonzosa”, dijeron. En el envite con Milwaukee, donde el padre de Tyrese acabó encarado con Giannis Antetokounmpo en una imagen que hasta su propio hijo censuró, llegó el primer golpazo. Una remontada espectacular de los Pacers mandó a paseo a los Bucks en el quinto partido, donde Haliburton encestó una bandeja ante el dios griego para sentenciar el pase. Acudió a Twitter con la sangre aún caliente y gritó al mundo: “Overrate that” (en español, “sobrevalora eso”). Quizá un poco pronto, pensaría alguno, era sólo la primera ronda. Pero sabe lo que se hace. Milagro contra los Cavaliers. Milagro contra los Knicks. Chimpún.
Aquello del padre
Ha hecho de la reivindicación un arte durante los dos últimos meses. “Tengo críticas en mi trabajo. Hasta Jesucristo tenía críticas. A todos nos pasa”, dijo en el programa de Pat McAfee después de la vorágine ante los Bucks. Un poco de gallardía y a otra cosa. Se lo tomó por el lado bueno. Más severo en su defensa fue LeBron James, otro de los que comentó la encuesta de la discordia. “¿Dónde están los tontos que decían que estaba sobrevalorado? Callados como demonios. El chaval es un encanto. Es más, es alguien de los que te encanta tener al lado para jugar", escribió en redes sociales. Los Thunder son el último escalón en la reclamación que está haciéndole al mundo del baloncesto. Sobrevalórame ésta si puedes.
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