Rabaseda: “Dejo el legado de ser un buen compañero, un buen capitán y un ejemplo”
Emotiva despedida del capitán del Bilbao Basket tras una etapa de tres años muy intensos.
Ponsarnau agradeció la pasada semana el papel de “capitán excepcional” que ha desempeñado Rabaseda en sus tres temporadas en el Bilbao Basket tras el último compromiso de Liga frente al Barça, en el que el catalán se despidió como ‘hombre de negro’. “Ha sido un profesional enorme y un gran ejemplo”, alabó el técnico de Tàrrega, quien destacó “los muy buenos valores” del grupo que ha dirigido. El 22 salió al parqué por última vez ante el cuadro culé, su club de formación, y acabó entre lágrimas en el momento de retirarse al banquillo. Al final del choque se marchó a la Grada de Animación a ser uno más y agitar una bandera del equipo. “Mi hijo me ha dicho que si, ahora que nos vamos de Bilbao, puede seguir siendo del Athletic”, ha lanzado en la despedida con ese humor tan característicos en un acto sencillo, pero emotivo en la sala de prensa de Miribilla, en donde ha estado acompañado por el director deportivo Rafa Pueyo, varios del cuerpo técnico y Gielo, su posible sucesor como capitán.
Se ha lanzado un vídeo con algunas de sus mejores canastas como ‘hombre de negro’, con esos mates de espaldas inconfundibles. El alero catalán, de 36 años, quiere otro baile porque se ve bien físicamente, no sabe muy bien dónde, pero se ve con cuerda para seguir en ACB. Lo primero, ha mostrado su agradecimiento “a la gente del club, staff, oficinas... Me llevo muchos amigos. Será difícil los primeros meses y espero que la temporada que viene nos volvamos a ver”. Algo similar a lo que lanzó en el breve parlamento tras caer el viernes ante el Barça, dedicando a la afición que deseaba volver a verles “aunque sea con otra camiseta”.
"Han sido tres años espectaculares en Bilbao, con el equipo y la ciudad, donde ha crecido mi hijo y ha nacido mi hija. Bilbao seguirá en nuestros corazones, hemos hecho una cuadrilla y seguro que volveremos de alguna manera”, ha confesado echando mano de ese término tan empleado por el Athletic.
Ha sido una especie de tutor para algunos jóvenes, como Bagayoko. “Espero que hayan aprendido, que mi experiencia les haya podido enseñar algo con mi forma de trabajar y de afrontar el día a día en los malos y los buenos momentos, cuando las cosas salen bien y cuando no salen tan bien. Que tengan un buen recuerdo de mí. Las palabras de los compañeros hacia mí han sido muy bonitas y creo que dejo el legado de ser un buen compañero, un buen capitán y un ejemplo. Desde el ejemplo puedes exigir a los demás y es lo que he intentado desde que llegué. Espero que ahora coja alguien el relevo y pueda enseñar a los próximos jugadores qué es el Bilbao Basket y cómo se debe defender esta camiseta”.
Queda para la historia como el primer capitán que levanta un entorchado en la entidad, la FIBA Europe Cup. “Las imágenes del título continental son muy bonitas, pero para mí el último día fue muy emotivo. Eso ocurre cuando haces las cosas bien y eso es lo que me llevo. Lo tengo de Gran Canaria, de Barcelona, de aquí... Alguien me dijo que lo que hacemos profesionalmente al final se olvida, pero que lo que hacemos sentir permanece. Espero que la gente se acuerde con cariño de mi paso por Bilbao". Se le cuestionó por si le ha quedado alguna espina clavada. “Me ha faltado poder seguir (risas). Pero estas cosas pasan, es deporte profesional. Yo ya he estado en seis equipos y ahora tendré que buscar otro”, señaló.
Rubén Domínguez y Cazalon le fueron comiendo los minutos y eso se hizo duro para un guerrero que tuvo muchas batalla y debió ser operado en la boca y la mano. “No es fácil ir al día a día a intentar dar el máximo y que esas cosas cambien y que no haya el resultado que esperas. Pero en deporte profesional pasa. Recuerdo una charla que dimos con Raúl García, que decía que o te rindes y le das la razón al entrenador o luchas por cambiar la situación. Es lo que voy a intentar hacer”, destacó, recalcando que “he intentado ser la mejor versión de mí en cada sitio en el que he estado y siempre poniendo al equipo delante de mí”.
Esta etapa ha completado una carrera plagada de títulos, ha sido una experiencia inolvidable. “Todo ha superado lo que podía pensar. No pensaba ganar un título europeo, no sabía que iba a ser aita por segunda vez… Nos llevamos muy buenos momentos de Bilbao. En Twitter me ponían en el mismo grupo de Roger Grimau, Raúl López y Álex Mumbrú y eso me hace estar muy orgulloso. No soy el primer catalán que pasa por aquí y se enamora de Bilbao”. En Barcelona, Gran Canaria, Burgos y Bilbao Basket ha saboreado las mieles del éxito. “Tiene mucho más peso lo de aquí, porque es muy difícil ganar y hay que disfrutarlo cuando se consigue”, ite.
No se queda con un compañero en particular en su paso por Bilbao, aunque ha sido un padre para un Bagayoko que apunta muy alto. “No puedo quedarme solo con uno. El sábado estuve con Tomeu Rigo, con Álex Reyes he hablado todo el año… Mientras Bassala (Bagayoko) no me moleste mucho me puede seguir preguntando cosas (risas). Me llevo muy buenas relaciones personales fuera de la pista”.
Eso sí, si tiene que elegir alguien para coger la capitanía del Bilbao Basket lo tiene claro: “Sería seguramente Tomasz Gielo quien pueda dar ese paso adelante. Aunque tengamos, bueno, tengáis, a Harald (Frey), a Melwin (Pantzar) o Tryggvi (Hlinason), que tiene experiencia, igual le falta ese carácter. Los días que yo estuve fuera seguramente fue Tomasz el que dio el paso adelante. Tiene el punto de liderazgo, experiencia y puede ser un muy buen capitán. Lo dejo en buenas manos”. En todo de humor llegó a proclamar en la SER: “El que quiera ganar un título, que me llame”. Y ya más en serio: “Intentaba no tener que pasar por las lágrimas hoy, eso ya lo pasé el viernes en el partido”.
Rafa Pueyo resaltó que Rabaseda es un jugador “que deja una gran huella en Bilbao por su implicación, compromiso, actitud, trabajo y rendimiento”. “Y afortunadamente también deja la imagen levantando como capitán el primer título europeo de este club, una imagen que quedara para la historia del Bilbao Basket y del baloncesto bilbaíno y de Bizkaia. Por todo ello quiero darle las gracias y decirle que en Bilbao siempre tendrá su casa y será bienvenido”, agradeció el director deportivo, confesando que si, nunca es plato de buen gusto despedir a gente que ha estado en el equipo, en este caso el dolor es mayor por la calidad humana y profesional del alero.
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