Bernal: “Hay que echarle ganas a la vida y nunca rendirse”
El colombiano (28 años), que deja definitivamente atrás en este Giro los problemas derivados de su accidente, habla con AS y otros medios españoles.
En enero de 2022, el tiempo se detuvo para Egan Bernal. Venía de ganar Tour de Francia y Giro de Italia en años anteriores, de mostrarse como el mejor ciclista del momento, hasta que la vida le golpeó. Y nada golpea más duro. Tras sufrir un durísimo accidente sobre su bicicleta mientras entrenaba, el colombiano (28 años) no solo luchó por tratar de recuperar una vida normal, sino que miró más allá, fruto de ese carácter batallador que siempre le caracterizó sobre el asfalto. Quería volver a competir al más alto nivel. Y lo hizo.
“Otros ciclistas se hubieran retirado con el accidente, y yo ya gané las tres grandes: Tour, Giro y la carrera de la vida”, reiteró Bernal en diferentes entrevistas en los últimos tiempos. No le faltaba razón. Volver a colocarse un dorsal ya era un éxito, pero Egan quería más, quería ser su mejor versión otra vez. Incluso, una superior… Para él nunca hubo imposibles. Y eso, al fin, le ha llegado en este Giro de Italia, carrera que será un punto de inflexión en su trayectoria, independientemente del resultado.
“Creo que esta es la primera vez en muchos años que logro estar en la clasificación general, en los primeros puestos más o menos. Para mí es, por así decirlo también, algo nuevo después de todo lo que ha pasado. Sí, estoy disfrutando otra vez. Obviamente aún es diferente. Estuve muchos años en los que digamos que al inicio de las grandes estaba ahí, pero luego lo pasaba muy mal físicamente y ya este año digamos que ha sido diferente. Pero pase lo que pase, creo que este Giro lo voy a recordar porque lo he disfrutado y he podido estar delante”, confesó el colombiano a AS y otros medios españoles desplazados a la Corsa Rosa.
Egan encara las dos últimas etapas de alta montaña, la reina de este viernes y la del sábado con Finestre, 6º de la general, a 3:52 de un Simon Yates que cierra las posiciones de podio. Ganar se plantea como una empresa todavía más difícil, sobre todo, viendo el estado de forma de Del Toro y Carapaz, pero Bernal no entiende de límites: “La fe es lo último que se pierde y lo he dicho muchas veces, no tengo nada que perder. Si tengo algo de piernas, obviamente lo voy a intentar. Es verdad que tampoco hay mucha táctica cuando la carretera es tan dura, al final cada uno va a su sitio. Afrontarlo es simplemente llegar a la subida y tratar de ir lo más rápido del punto A al punto B”.
Bernal no hablará ni competirá desde la estrategia, lo hará desde el corazón. Lo que mejor sabe hacer. Su palmarés ya es eterno, pero más aún su historia de superación, un legado con el que ansía inspirar a las futuras generaciones de ciclistas de su país: “A mí me gustaría que me recordaran porque yo fui un ciclista que ganó, fui el mejor en su momento, entrenaba y me sacrificaba duro, pero creo que entrené aún más fuerte y me sacrifiqué aún más cuando me caí y estuve en lo más bajo. En mi carrera he tenido muchos altibajos, pero me gustaría que los niños vean que en la vida no todo es color de rosa, no todo es fácil y que a veces hay que sufrir, hay que echarle muchas ganas y nunca rendirse y menos en la primera vez que uno se cae, sino que hay que seguir mirando hacia adelante”. No hay lección más valiosa.
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