Weir y Zidane, una historia ‘Galáctica’

“Se pasaba horas y horas y horas haciendo como que era Zinedine Zidane”. Las palabras del padre de Caroline Weir (Escocia, 1995) en el documental Galáctica desvelan la obsesión que tenía la actual futbolista del Real Madrid por su ídolo, el centrocampista francés, que el 15 de mayo de 2002 anotó un gol antológico en el Hampden Park de Glasgow para que el equipo blanco ganara la Novena ante el Bayer Leverkusen (1-2). Por aquel entonces la pequeña Caroline no llegaba ni siquiera a los siete años, pero las maderas que hacían de portería en el jardín trasero de su Dunfermline ya la habían visto marcar muchos tantos...

“A una de mis hermanas y a mi hermano les gusta el fútbol, así que mis primeros recuerdos son dando patadas en el balón en el jardín, los cumpleaños también de fútbol, todo era fútbol. Mi padre vio que nos gustaba mucho y nos construyó un tablero de madera, lo pintó de verde y dibujó unas porterías blancas”, cuenta Weir en la pieza audiovisual, en la que también hablan sus progenitores.

“Un vecino me dijo creo que tienes a una buena futbolista ahí”, dice su padre. “Había un poco de rivalidad porque era mejor que yo”, confiesa su hermana al tiempo que se ven vídeos en los que Weir aparece dando toques al balón ataviada con la camiseta del Real Madrid y luciendo el 5 y el Zidane a su espalda. “Había muchas peleas en el jardín”, ite la escocesa.

“Le daba mil vueltas a los niños, su velocidad, su zurda, los goles que marcaba...”, destaca Andrew Patterson, de la escuela de Primaria en la que la 10 blanca jugó por primera vez en un equipo. Después llegaron los de Elgin Star y Pitreavie. “Todos los padres, después de que les marcara, decían ‘tenéis que derribarla’. Y yo decía ‘no os atreváis, es mi hija’”, explica la madre de la protagonista, mientras ella habla de algunos comentarios recibidos: “Como el de tienen una niña, les ganaremos. Te afecta aunque seas joven. Me di cuenta de eso, me gusta demostrar que la gente se equivoca, incluso desde muy pequeña”.

Ya con diez años, Weir entró en las categorías inferiores de un equipo femenino, el Hibernian Ladies, en el que estuvo hasta debutar con el primer equipo a los 15 años. Cuando acabó los estudios de secundaria, fichó por el Arsenal (2013-15) con el objetivo de cumplir su sueño. Más tarde llegaron el Bristol (2015-16), el Liverpool (2016-18), el Manchester City (2018-22) y, al fin, el deseado Real Madrid (2022), fundado apenas dos años antes.

“Dejar el Manchester City fue una decisión importante. De joven soñaba con jugar algún día en el Real Madrid, y lo he hecho realidad. Me ha ido bastante bien, con algunos momentos difíciles, claro, así es el fútbol, ​​pero quiero ganar, así que me he comprometido plenamente con el proyecto del Real Madrid y con lo que quieren hacer con el equipo femenino”, afirma la futbolista, que en el estreno de Galáctica posó ataviada con una versión customizada de la camiseta de Zidane con la que jugaba de pequeña.

En este documental, la que ya es la máxima goleadora de la historia del Real Madrid con 40 tantos ofrece su versión más cercana como futbolista profesional, tanto del equipo blanco como de la selección escocesa. Los paseos con su perro salchicha Skye o la colección de camisetas que tiene, en la que cuenta con la que la colombiana Linda Caicedo marcó a Alemania en el Mundial 2023, quedan desvelados, al tiempo que su momento más vulnerable como futbolista: la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda sufrida en septiembre de 2022.

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“Había pensado muchas veces en el momento en el que volvería a jugar un partido y algunos días realmente sentí que nunca llegaría, pero ha sido así”, dice, emocionada, sobre la superación de su grave lesión. Weir, en un momento personal dulce tras su doblete en la victoria histórica del Real Madrid sobre el Barcelona, recibe los elogios de multitud de entrenadores, entrenadoras y compañeras, leyendas del fútbol como Jill Scott incluidas, en un documental, Galáctica, en el que queda claro que su historia como futbolista está marcada por ese futbolista con el que comparte la elegancia con la que se mueve por el césped: Zinedine Zidane.

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