Dilema Miguel de la Fuente
El delantero genera una disyuntiva de doble dirección. Personalmente, por la opción de buscar oportunidades en Primera pese a la marcha de Borja Jiménez. En el club, porque es un activo que puede generar ingresos.

La plantilla del Leganés (o lo que queda de ella tras el descenso) tiene un puñado de futbolistas que tendrán que decidir durante el verano qué intenciones tienen: si seguir en Butarque tras el descenso a Segunda o si intentar buscar la vuelta a la élite en otro equipo. Miguel de la Fuente es uno de esos jugadores después de un curso en el que el pucelano pasó de ser un intocable para Borja Jiménez, a zambullirse en el ostracismo absoluto. El cierre de campaña ha sido, para este héroe del ascenso pepinero, un camino desolador.
Tanto que protagonizó uno de los varios episodios de ‘desapariciones’ que tuvo el Leganés en su plantilla. Borja Jiménez durante todo el curso hizo aparecer y desaparecer a futbolistas en sus planes como si fueran el Guadiana. Sólo que con Miguel el retorno jamás se produjo. Hubo una línea roja: su no convocatoria a Sevilla para jugar en el Pizjuán, un duelo en el que el Lega fue con lo justo. Aun así, el delantero (13 goles clave en Segunda para el ascenso en la 23-24) quiso viajar a la capital hispalense para acompañar a los suyos y volver en el viaje que acabó con un retraso masivo de 10 horas debido al robo de cobre en la línea de alta velocidad en Andalucía.
Tres años más y una alta amortización
Ahora Borja Jiménez no está, pero el escenario sigue siendo complicado para un futbolista que también ha visto como se ha marchado del equipo uno de sus pilares dentro del club. El adiós de Txema Indias como director deportivo, con el que le une una gran relación, es también motivo de reflexión para un futbolista que tiene uno de los contratos más largos de la plantilla. Con el ascenso a Primera precisamente Txema Indias le firmó una cláusula para que se incorporara al Leganés por cuatro temporadas y un coste de 2 millones de euros abonados al Alavés.
A Miguel, por tanto, le resta tres años más de contrato en un Leganés en el que este verano no se esconde el deseo de hacer caja con algunos futbolistas destacados del curso pasado. La propiedad de Blue Crow Sports entiende que dar salida a jugadores relevantes en el mercado puede ayudar a la construcción del nuevo proyecto y, además, a hacer caja. Seguramente Miguel es uno de los pepineros con más opciones de generar ingresos, aunque su ostracismo al final de temporada no ayude a una potencial oferta jugosa por él.
Entre tanto, el jugador, como el resto de la plantilla, disfruta de sus vacaciones en su tierra, en Tudela de Duero, mientras disfruta de su recién estrenada paternidad, esa que ni siquiera le impidió estar con el Leganés. La noche que nació su hija prematura jugó ante el Rayo Vallecano en Butarque por deseo personal. Año y tres meses antes jugó durante casi 30 días con el menisco roto para ayudar a los suyos, prueba de su compromiso con el Leganés en los dos últimos cursos.
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