Ferran, el cuarto poder

Igual que en la Selección, con la que ha marcado 21 goles en 48 partidos, una cifra espectacular para lo que se maneja en la historia de La Roja, Ferran también hace números en el Barça aunque durante algunas épocas viva en una especie de limbo anónimo. Lo de esta temporada es especialmente complicado para el valenciano, que ha marcado diez goles en 26 partidos. Lo llamativo de la marca es que los ha sumado en menos de mil minutos de juego (927), lo que equivale a marcar, básicamente, un gol por partido (cada 95′).

Salta la vista que Ferran es el cuarto delantero del Barça. Muy por delante de Ansu Fati o Pau Víctor, está sin embargo por detrás de un tridente en el que Raphinha y Lewandowski están firmando unos números espectaculares y Lamine, además de ser patrimonio de la casa, ofrece una magia distinta. El polaco, el brasileño, e incluso Ferran, tienen un punto más efectivo. Son máquinas de hacer cifras. El ‘19′ está tocado por una varita y su fútbol y utilidad al equipo va más allá de los números. Pone al Barça en otro nivel.

Es posible que Ferran sea titular este sábado en Las Palmas. Sin duda, lo merecería. Lo extraño es que, después de hacerle un hat-trick al Valencia en la Copa, sólo haya jugado diez minutos en dos partidos de Liga. Trascendió que llegó a Sevilla con algunos problemas musculares, pero Flick tampoco lo hizo jugar contra el Rayo pese a que el día del Benfica ya demostró lo que es capaz de hacer cuando los rivales toman riesgos. De la asistencia del 4-5 a Raphinha se habló poco, pero fue un gesto instintivo y técnico audaz y de calidad.

A Ferran, sin embargo, le toca esperar. Y, sin embargo, no ha levantado la voz todas estas temporadas en un ejercicio intachable de profesionalidad, la que no se le puede negar desde que llegó al Barcelona, donde ha tenido un rendimiento de altos y bajos que le ha llevado a bajar 22 millones de euros su valor de mercado en cuatro años. De los 50 en los que era tasado en mayo de 2021, a los 28 millones de euros actuales. Un descenso algo engañoso porque, pese a sus pocos minutos, Ferran es un activo en la plantilla de Flick y también en la Selección. Una suerte de cuarto poder con el Barça y la flamante campeona de la Eurocopa que espera su momento. Seguramente llegue estos meses en el Barça. El valenciano ha confesado que cada vez se siente más nueve. En esa posición ganó fama en el City y, ojo, en ese puesto puede estar su futuro en la Selección. Con el capitán Morata lejos de las grandes ligas y Joselu más lejos aún, en Qatar, la opción de Ferran como nueve de España toma cuerpo. Luis de la Fuente siempre ha mantenido que quería un jugador específico para la posición, pero Ferran ya ha demostrado que puede ser un buen sostén para el equipo. No responde al perfecto retrato-robot de nueve, pero sabe descargar, va bien al espacio, juega de espaldas, es fuerte y remata centros tan bien como el 0-1 de Valencia. Su paciencia puede ser premiada algún día.

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