Pedri, MVP a ojos de todos
Los números en la Liga 2024-25 de Pedri hablan de una temporada inolvidable, la mejor hasta el momento de su carrera. Es el jugador al que más buscaron sus compañeros.
Hace unos días, Opta facilitó un aluvión de datos de Pedri que sirven para ilustrar la mejor temporada de su carrera hasta el momento. A saber, el canario ha sido el mejor jugador de LaLiga en hasta nueve apartados: pases (2.672), pases en campo rival (1.958), pases al último tercio (414), pases recibidos (2.306), acciones (3.191), acciones en campo rival (2.224), recuperaciones (254), recuperaciones en campo rival (109), y conducciones (826).
Unos números de MVP del campeonato que, además, hablan de un jugador total, prácticamente de todo espacio y todo tiempo sobre el césped, e implicado en casi todas las suertes del juego. Pedri es el jugador que más pases ha recibido de sus compañeros. Básicamente, es quien confían para que inicie y distribuya el juego. Ha sido el metrónomo; y ha sabido combinar los toques rápidos con las conducciones, que le permiten aclarar la jugada y superar líneas. Sus 254 recuperaciones, 109 de ellas en campo rival, son la señal de su implicación defensiva, pero también de su inteligencia táctica para saber colocarse en el terreno de juego e intuir líneas de pase para saltar a por la pelota cuando sus compañeros aprietan.
Ha sido un año prodigioso de Pedri, que ha jugado 59 de los 60 partidos oficiales con el Barça; y el 86% de los minutos posibles. Apoyado en una nueva filosofía que Hansi Flick descubrió a mitad de temporada, que jugase cuanto más mejor, sólo se ha perdido un partido (Valencia) por indisposición. Renovado hasta 2030 como uno de los jugadores franquicia de la década, el club extrema los cuidados con el jugador. Ya que le funcionó el estudio que le fue practicado en Baltimore, y gracias al que cambió algunos hábitos, el objetivo es mantener la excelencia física. Por eso, y según informó Mundo Deportivo en días anteriores, seguirá un tratamiento físico especial durante el verano.
Pedri está en todas las casas de apuestas como uno de los candidatos al Balón de Oro del año. Seguramente, con alguna posibilidad menos que Lamine o Raphinha; y condicionado, como sus compañeros de equipo, por la eliminación en la semifinal de Champions ante el Inter. Pero no es lo que más interesa al canario, que prioriza los títulos de equipo, el reconocimiento público (se despidió con una gran ovación en San Mamés) y tiene entre ceja y ceja mejorar si es posible su rendimiento la próxima temporada, en la que le esperan los retos de la Champions y el Mundial.
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