Aston Martin pierde a Stroll

De un modo u otro, las alegrías rehuyen de Aston Martin en este inicio de temporada. El monoplaza está para pocas fiestas y los infortunios son recurrentes en la fábrica de Silverstone, que justo antes de abordar la carrera del GP de España ha comunicado un nuevo contratiempo. El equipo pierde a Lance Stroll para lo que resta de fin de semana en Montmeló, después de que el canadiense haya acusado “durante las últimas seis semanas dolores en la mano y la muñeca” derecha, como informa la escudería en el comunicado que distribuyeron a última hora del sábado.

Los achaques llevan acompañando a Stroll un largo período de tiempo según informa Aston Martin y parece que en Montmeló ha tocado fondo. Pero, ¿de dónde nacen estos dolores? “Su consultor médico cree que está relacionado con el procedimiento al que se sometió en 2023″. Antes de comenzar la pretemporada en la que Fernando Alonso llevó al coche británico hasta el podio en varias ocasiones, el canadiense sufrió un accidente mientras entrenaba en bicicleta para preparar el curso. Lance sufrió lesiones que le privaron de participar en los test de Bahréin y que además, le hicieron pasar por quirófano para poner remedio a una lesión que todavía sigue presente.

Por ese motivo, “su equipo médico ha confirmado que no competirá mañana (había clasificado en la 14ª posición) y que se someterá a un procedimiento para corregir estos problemas antes de centrarse en su recuperación", tal y como informan desde Aston Martin; aunque no definen tiempo de baja ni pasos a seguir.

Stroll, que había anotado hasta ahora los únicos puntos para la escudería de Silverstone en lo que va de año frente a los infortunios en el AMR25 de Alonso, presentó una tendencia a la baja y siempre salió perjudicado a una vuelta frente a su rival al otro lado del box. Y de nuevo se demostró en Montmeló. El canadiense (que se saltó el pesaje una vez acabó la clasificación por las molestias) fue medio segundo más lento que un Fernando, capaz de encontrar un hueco en Q3 junto a un coche que, en realidad, está para pocas alegrías. Y en el equipo, tampoco hay mucho más que celebrar.