Palou también sabe resistir
El español, con dificultades para entrar en el Top-10 a una vuelta, se mete en la lucha definitiva por la pole y comenzará sexto. El mejor tiempo fue para Herta.


Tan solo una semana después, todo lo acontecido en el óvalo de Indianápolis con Álex Palou había pasado a la historia. La IndyCar volvía a los callejones, en esta ocasión en torno al distrito financiero de Detroit. Y aunque la clasificación empezó con retraso por una bandera roja que rompía en cierto modo la normalidad, nada fue atípico una vez comenzó la acción.
Todo transcurrió con solvencia en el primer grupo que buscó las seis mejores referencias y junto a Palou, también siguieron adelante Power, Lundgaard, McLaughlin, Armstrong y Veekay, después de que Newgarden acabase contra el muro a la salida de la curva 4. En la otra parte del cuadro fue McLaren quien vivió el lado amargo de la moneda, con Siegel fuera de juego antes de tiempo (ni siquiera buscó un último intento) y O’Ward excluido de los seis primeros. Herta, Rahal, Malukas, Rasmussen, Kirkwood y Dixon fueron quienes cumplieron con su cometido y completaron el grupo que decidiría definitivamente los aspirantes a una pole, que acabó siendo cosa de dos. Pero primero hubo que hacer una última criba.
Palou fue agresivo desde el primer momento y fue el primer piloto rodó en 1:01, sobre una pista fría pese a la presencia del Sol, que vio muchas correcciones y pocas vueltas perfectas. El resto de rivales tardaron en rodar dentro de la misma décima que el piloto de Chip Ganassi, pero una vez encontraron el ritmo todo se comprimió. El 1:01.611 del español parecía un valor seguro incluso en el segundo intento, hasta que los rivales comenzaron a clavar vueltas en un minuto. Un Power con demasiada prisa y poca paciencia el viernes no formaba parte de ese grupo y se quedaba fuera, mientras veía cómo Kirkwood (frente a quien protagonizó una sucia maniobra de presión) avanzaba junto a Herta, Malukas, Lundgaard, Rahal y un Palou, que también tenía medios para continuar la partida.
Solo Herta comenzó a disputarla en desigualdad de condiciones, con un neumático duro que no eligió ninguno de los candidatos a la pole. Y el californiano enseguida entendió que debía cambiar de zapatos. Palou y compañía se la jugaron con la goma blanda y con las mismas armas (pero diferentes manos) Malukas fue el primero en tomar el control. Pero la corrección del piloto de Andretti llegó justo a tiempo para poner al monoplaza #26 en una pole, que Álex no pudo replicar. El español acabó con el sexto mejor tiempo, a pesar de que pasó con margen de una última vuelta, que podría haber sido útil pero no decisiva. Porque lo verdaderamente determinante será lo que ocurra mañana y ahí, el de Chip Ganassi es prácticamente infalible.

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