El fútbol se atropella a sí mismo

Estas fechas eran en otro tiempo el inicio de la descompresión del fútbol, una vez concluidas las temporadas oficiales. Si acaso quedaba algún fleco suelto, como las promociones. De antiguo, en los años pares había Mundial o Eurocopa (en nuestro caso), pero era un apretón controlado en tiempos en que el calendario aún tenía un diseño razonable. Pero ya no es así. Ahora el calendario revienta por todas sus costuras y a algunos jugadores les aparecen compromisos próximos en fechas pero distantes en lugar, con lo que tienen que ausentarse de uno de ellos. Lo que eran días de descompresión, ahora lo son de estrés.

La Sub-21, por ejemplo, inició ayer el Europeo de la categoría, en Eslovaquia por más señas, y ante la selección local. Ganó con mérito, 2-3, reponiéndose a unos minutos de despiste en la segunda mitad. De los posibles de este equipo faltan varios que, por estar ya en la ‘A’ y haber disputado la Nations League, fueron dispensados, casos de Lamine, Nico Williams o Pedri. Pero es que además, por la inminencia del Mundial de Clubes, ha tenido que privarse también de Barrios, Samu, Carreras, Nico González, Huijsen y Asencio. Un torneo oficial e importante, el Europeo Sub-21, sangrado por otro torneo oficial, incrustado en el calendario.

Ayer mismo, el Almería se batía por su ascenso a Primera con el Oviedo sin dos de sus piezas principales, de las que ya careció el domingo: Pubill, presente en la Sub-21, y Luis Suárez, reclamado por Colombia para los clasificatorios suramericanos. Por su parte, el Atlético llegó ayer a Los Ángeles (donde cayó junto a la zona cero del conflicto), sin varios de sus jugadores no nacionales, pendientes del pronto regreso desde sus compromisos de selecciones. Por estas cosas y otras más (¿cuándo harán vacaciones el Madrid y el Atlético?) es obligado reordenar el calendario, en un difícil ejercicio de frenazo y marcha atrás.

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