Impulso nuevo, nueva era
Con Xabi Alonso llega un modo de hacer las cosas distinto, un método más moderno y adaptado a los nuevos tiempos.


Estamos acostumbrados a ver llegar al Madrid entrenadores de todo tipo, aunque es cierto que algunos menos en los últimos años tras la estabilidad que han aportado Zidane y Ancelotti. Y en todos los casos hay un denominador común. Se van del club desgastados, aparentemente envejecidos, incluso, en lo físico, con más canas y arrugas, tal es la presión a la que son sometidos. Eso de que en el Madrid sólo vale ganar no es una frase hecha. Es la pura realidad. Y bien lo saben Zizou y Carletto, esos dos últimos mitos del banquillo a los que no les valió haber ganado todo lo habido y por haber. Salieron escupidos a las primeras de cambio. Uno, motu proprio, viendo la campaña que se había orquestado contra él. El otro, aferrado al amor que sentía por el club hasta el último momento.
La llegada de Mbappé debía haber hecho al equipo más fuerte y resultó todo lo contrario. Esto convenció a Florentino de que había que dar un nuevo impulso, cambiar de entrenador por un signo claro de agotamiento del ciclo. Y es verdad. Algunos jugadores habían dejado descaradamente de correr. Y eso ocurre cuando el mensaje ya no cala. Con Xabi Alonso llega un modo de hacer las cosas distinto, un método más moderno y adaptado a los nuevos tiempos. Quizá, un fútbol más eléctrico, dinámico y entretenido. Más acorde para los futbolistas que hay en plantilla. Pero fíjense bien cómo pasa el tiempo sobre él. Un año en el Madrid desgasta como cinco en cualquier otro club.
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