Primer duelo exigente para el Chelsea
La línea de medias puntas, en la que conviven Cole Palmer, Madueke y Pedro Neto, es la principal amenaza. En la posición de nueve ha habido muchas más dudas.

Un camino recorrido con suficiencia. Para el Chelsea, la Conference League no ha sido en ningún caso una prioridad durante la presente temporada. Clasificarse para la próxima Champions era el gran objetivo, y finalmente lo logró en la última jornada de la Premier el pasado domingo en Nottingham. Una vez conseguido ese premio, es evidente que querrá cerrar el curso consiguiendo levantar un título. De entrada, porque sería el único de esta campaña y así evitaría acabarla en blanco, y también para reivindicarse ante las críticas recibidas en los últimos meses y que hacían referencia al discreto rendimiento de una plantilla conformada con una gran inversión. Enzo Maresca, que fue el sorprendente elegido para comandar a la escuadra de Stamford Bridge tras conseguir el ascenso con el Leicester City, dejó a algunos de los jugadores más importantes, como por ejemplo Cole Palmer, fuera de la lista de la Conference durante la Fase de Liga. Entendió que su equipo sería capaz de progresar reservando prácticamente a todos los titulares, y fue así como en esa instancia tuvieron protagonismo futbolistas muy poco usados en la liga, como el español Marc Guiu. Cuando la competición fue avanzando, y tras reabrirse la inscripción antes de las fases eliminatorias, poco a poco fueron apareciendo las grandes figuras, aunque el técnico italiano nunca necesitó usar un once plenamente titular. Y es que el camino hasta Breslavia ha sido cómodo. Los rivales del Chelsea han sido, por orden cronológico desde la previa hasta las semifinales, los siguientes: el Servette, el Gante, el Panathinaikos, el Heidenheim, el Noah, el Astana, el Shamrock Rovers, el Copenhague, el Legia de Varsovia y el Djurgarden. Todos ellos tremendamente inferiores.
El peligro está en tres cuartos. Así que el encuentro ante el Real Betis será el primero realmente exigente que tendrá el cuadro londinense en lo que va de competición, y por ello se espera que Maresca saque un once titularísimo. Es decir: el que se jugó la plaza Champions en Nottingham con sólo un par de variaciones. La primera, en la portería: Jörgensen, ex meta del Villarreal, entrará por Robert Sánchez. Y en ataque, otro antiguo jugador del cuadro castellonense, Nicolas Jackson, regresará tras su sanción en la liga. Su temporada no ha sido mala, aunque a menudo se le reprocha que su porcentaje de acierto ante portería no está a la altura que se esperaría del nueve de un club que ha ganado la Champions League dos veces en los últimos quince años. La vuelta del internacional senegalés conllevará que Pedro Neto retrase su posición y forme en la línea de medias puntas con Palmer y con, probablemente, Madueke. Es ahí donde el conjunto blue posee más desequilibrio y donde están las grandes amenazas. Su centro del campo, con Enzo Fernández y Moisés Caicedo, es también muy consistente. Las mayores dudas las podemos encontrar en la pareja de centrales, donde ha habido mucha rotación. El buen papel en las dos últimas jornadas de la dupla formada por Colwill y un Tosin Adarabioyo imponente en el juego aéreo hace que esta combinación sea la que más posibilidades tiene de empezar el choque en Breslavia. Adarabioyo, nacido en Inglaterra de origen nigeriano, llegó del Fulham sin hacer demasiado ruido y ha acabado desplazando a competidores de mucho más nombre como Badiashile o un Disasi que incluso tuvo que salir cedido en invierno rumbo al Aston Villa. Reece James y Marc Cucurella son opciones de enormes garantías en los laterales.
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