¿Y ahora qué?
El cambio en la norma certifica que el Atleti, y su afición, siempre tuvieron razón para agudizar la sensación de injusticia con aquel penalti
Bien, ¿y ahora qué? ¿Quién le devuelve a la afición del Atlético ese penalti que se le robó? ¿La UEFA, la FIFA, la IFAB? La sensación de infamia e injusticia en la que se mueve, como si braceara en chicle, desde que el 12 de marzo ese árbitro de nombre Marciniak anulara ese penalti de Julián Alvarez en la tanda ante el Madrid. Un penalti que entró. Un penalti en el que el jugador del Atleti se resbalón, lo vimos todos. Y que si tocó la pelota dos veces fue, además de involuntario, tan leve que meses después aún nadie ha podido decir si, en efecto, hubo doble toque o no. Lo que sí que pasó es que se anuló. Lo que sí que valía, porque había sido gol, no se repitió si quiera, de pronto, dejó de hacerlo. Como si un emperador romano hubiera bajado de pronto el dedo para enviar la temporada de los rojiblancos a la hoguera. Aquello que apuntaba tanto se quedó ahí, en la hiel de esta injusticia. Llorente en el lanzamiento posterior, Oblak en las paradas, el equipo en los partidos siguientes, todo condicionado por ese maldito penalti.
Y ahora la regla cambia. Ahora, si desde el 1 de julio vuelve a suceder, no pasará lo mismo. Ese lanzamiento se repetirá. El fútbol será más justo, pero ¿quién repara la injusticia que ya sufrió el Atleti? Y que es irreparable. El cambio de la norma certifica que siempre tuvieron razón. El club, si afición, la Unión de Peñas. Que ese penalti estaba mal anulado. Que, en el caso de haber toque, había ser llamativo y voluntario, claro y manifiesto, como aquello que nos decían cuando llegó el VAR, en las acciones en las que iba a entrar.
Un VAR que llamó precisamente al árbitro para avisarle de ese doble toque que meses después aún nadie puede certificar que sucedió a pesar de haber visto las imágenes mil veces, a cámara lenta y rápida, del revés y del derechas, con lupa. Ese penalti ya entonces no debió ser anulado. Pero lo fue. Y la norma cambia pero la eliminación del Atleti no. Por aquel maldito penalti que fue una infamia, bochornoso. Algo que de lo que el Atleti fue víctima. Lo de hoy lo confirma pero ya, en su caso específico, nada arregla. Solo que tenía razón. Y llevan meses diciéndolo. ¿Y ahora qué?
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