Un emotivo Bublik se entromete en unos cuartos de altura
El kazajo elimina al quinto favorito, el británico Draper, y alcanza el mayor éxito de su carrera en Grand Slams. Le espera el inexpugnable Sinner.

Los cuartos de final de la parte alta del cuadro masculino de Roland Garros no serán, por muy poco, los proyectados por ranking antes del comienzo del torneo. Ese ‘muy poco’ es Alexander Bublik, que este lunes remontó para eliminar a uno de los favoritos, el quinto, Jack Draper: 5-7, 6-3, 6-2 y 6-4 en 2h45. Nunca se había visto tan emocionado, ni siquiera al celebrar algunos de sus cuatro títulos, al peculiar kazajo de origen ruso, de 27 años y 62º del mundo, más dado a la risa que al llanto, un tenista talentoso y controvertido, amigo del espectáculo, de la informalidad y, en ocasiones, de la polémica.
“A veces en la vida solo hay una oportunidad y pensé que era la mía. Estar aquí ahora es el mejor momento de mi vida. Punto”, dijo Bublik, con esa arcilla, que antes aborrecía, en la cara, sobre el mayor éxito de su carrera en Grand Slams. “Estoy aquí como si hubiera ganado algo. No puedo llorar, vamos, parad”, pidió después de que el público gritara “Bu, Bu, Bu…” en su honor y le dedicara una larga ovación. “Tengo otro partido y como profesional que soy, debo estar preparado”, sentenció delante de Alex Corretja, que le estaba entrevistando en la Suzanne Lenglen.
Y ahora, Sinner
El miércoles, Alexander, un sacador que no había brillado hasta ahora sobre tierra, se enfrentará al número uno, Jannik Sinner, que continúa siendo inexpugnable para sus rivales, también para el ruso Andrey Rublev (6-1, 6-3 y 6-4 en dos horas justas). El el italiano lleva seis Slams consecutivos llegando, como mínimo, a cuartos. Bublik le encarará con una confianza tremenda y sin nada que perder, después de vencer al británico Draper, uno de los mejores del año, ganador de Indian Wells y finalista en el Madrid Open, que estuvo muy nervioso y decepcionó. Bublik acumula victorias contra top-10 en el torneo, porque en segunda ronda ganó al número 9, el australiano Alex de Miñaur.
Autor de golpes imposibles, algunos incluso ilegales, siempre con una sonrisa en la boca, dispuesto a la broma, hasta ahora le ha faltado consistencia para establecerse en la élite, aunque en 2024 llegó a ser el 17º del ranking. Pero el pasado mes de marzo bajó al puesto 82. Sin embargo, su reciente éxito en el Challenger de Turín, donde fue campéon, le hizo escalar en la clasificación y su desempeño en París le ha colocado como 49º.
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